Hay muchos tipos de humor, pero casi se podría decir que el humor negro es una particularidad del espíritu hispano. En un país donde abundan los chistes de funerales, da la impresión de que no se le tiene mucho respeto a la muerte. Así, pues no es de extrañar que sean los españoles unos de los máximos exponentes del humor negro.
Hay algunas claves que nos pueden ayudar a entender el humor negro. Se trata de poner una escala de valores muy artificial por encima de todas las demás. Y por encima, claro está, de la muerte (que suele ser el resultado final).
En un libro de Thomas de Quincey, encontramos un ejemplo magnífico de la inversión de valores que provoca el humor negro:" Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente. Una vez que empieza uno a deslizarse cuesta abajo ya no sabe dónde podrá detenerse. La ruina de muchos comenzó con un pequeño asesinato al que no dieron importancia en su momento"
Un día iba tranquilamente sin molestar a nadie por la calle, por una casualidad era martes 13, un día horrible para los supersticiosos como yo. Seguí caminando y sin prevenirlo un gato negro paso por delante mío, no podía ser posible salí corriendo para que nada malo me sucediera y me metí en un restaurante. Encargue una ensalada para sacias el apetito, cuando me lo sirvieron como todas las ensaladas la empecé a aliñar, se puede suponer lo que paso; El tarro de la sal se derramo por todo el plato, lo que me faltaba, poco a poco estaba llegando el horrible suceso que me podía pasar: “la muerte”, lo tenía que prevenir, salí corriendo de nuevo de ese lugar. Seguí caminando y caminando y en un momento, vi el suceso, pero en este caso antes de que ocurriera. Había una escalera en medio de la acera y el problema es que no podía cruzar la calle para esquivarla. Se me ocurrió una idea venida del cielo, y si empiezo a correr pasaría por debajo lo más rápido posible, asimplevista el plan era bueno y por eso lo lleve a cabo. Empecé a correr, pero siempre sin pisar las rayas del suelo, claro está. Quedaban unos pocos metros para llegar a la escalara peo en ese momento por distraerme con una chica pise una raya, resbale y pase por debajo de le escalera. Ahora estoy aquí, en estos momento soy yo el que da esas ideas tan repentinas a los supersticiosos como era yo, visto de otro punto soy el asesino de los supersticiosos y esta es mi marca.
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