Esta es mi marca

Un poco intrigante el relato de Naiara. Aún me quedan dudas de saber quién es quien habla.




Un día iba tranquilamente sin molestar a nadie por la calle, por una casualidad era martes 13, un día horrible para los supersticiosos como yo. Seguí caminando y, sin prevenirlo, un gato negro pasó por delante de mí. No podía ser posible. Salí corriendo para que nada malo me sucediera y me metí en un restaurante.

Encargue una ensalada para saciar el apetito. Cuando me lo sirvieron como todas las ensaladas la empecé a aliñar, se puede suponer lo que paso; El tarro de la sal se derramó por todo el plato (lo que me faltaba). Poco a poco estaba llegando el horrible suceso que me podía pasar: “la muerte”, lo tenía que prevenir, salí corriendo de nuevo de ese lugar. Seguí caminando y caminando y en un momento, vi el suceso, pero en este caso antes de que ocurriera. Había una escalera en medio de la acera y el problema es que no podía cruzar la calle para esquivarla. Se me ocurrió una idea venida del cielo: si empiezo a correr pasaría por debajo lo más rápido posible. A simple vista el plan era bueno y por eso lo llevé a cabo. Empecé a correr, pero siempre sin pisar las rayas del suelo, claro está. Quedaban unos pocos metros para llegar a la escalara peo en ese momento por distraerme con una chica pise una raya, resbale y pase por debajo de le escalera. Ahora estoy aquí, en estos momentos, soy yo el que da esas ideas tan repentinas a los supersticiosos como era yo. Visto de otro punto soy el asesino de los supersticiosos: esta es mi marca.

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